Gañadores do concurso "Cyrano de Bergerac"

Bo día!!
O xurado do certame literario "Cyrano de Bergerac", formado por varios profesores e alumnos do instituto, xa escolleu os traballos gañadores... aínda que non foi unha decisión nada  sinxela, tendo en conta a calidade dos textos presentados.

Dende aquí queremos felicitarvos a todos os participantes e agradecer de corazón a vosa participación.
Esperamos que continuedes coidando e mantendo esa sensibilidade que amosan as vosas palabras!!!
A continuación presentamos os poemas escollidos:

Poemas das gañadoras do certame
“Cyrano de Bergerac”
Modalidade I
Primeiro premio
“Maverick”
Entonces pensé que el amor no era eso,
no un lazo que nos ata,
sino un hilo que nos une.
Y allí, en el frío de tu ausencia,
por primera vez me eché de menos a mí.

Un día frío de septiembre, por la mañana,
te marchaste,
desde entonces no he dejado de mirar,
a través de la ventana,
las manecillas difuminándose en el aire.

No  me importa si alguien vuelve a rozar mis labios,
hace tiempo que te pertenecen.
Igual que esta vida que ya no brilla,
igual que esta alma que se muere, gritando, desgarrada,
con la voz en astillas,

en   e   c   o   s …

Mientras tanto yo te arropo en mi memoria
y te observo dormido, despeinado, ¡tan guapo!
Inspiro.  Expiro. Pruebo
un café que no consigue quemarme.
Y me rompo.

A mí me habían contado que el amor era tocar el cielo, un viaje compartido.
Y olvidaron decir que no había regreso,
que era a cobro revertido, a la deriva, a la espera.
Lágrimas resbalan por mis mejillas
y otra vez más no te he dicho que lo siento,
que los versos sin ti están vacíos.

Que alguien me diga cómo salir  del pozo que son tus pupilas,
cómo dejar de pensar en tus labios,
cómo no esbozar tu sonrisa.
Que alguien me diga cómo se olvida
antes de que el tiempo me desgaste las ganas.

Ya no siento como antes,
pero aún no he perdido el norte y estoy retomando la dirección.
Voy a ponerle fecha a mis sueños
y cuando sean ya objetivos
te llamaré para contarte que sobreviví.
A ti, al colchón vacío, al miedo de tropezar
y no poder agarrar fuerte tu mano.

Para decirte que te quiero
y que voy a salir ahí fuera,
aunque llueva o truene sobre el mar,
aunque se congele cada rincón de Madrid
y voy a hacer todo esto realidad.
Laura de Cáceres



Segundo premio
“Riesgos y prejuicios”
La vida es arriesgarse, o eso  me decían,
pero, cuando ya lo has perdido todo…
¿qué es lo que pones en juego?
Porque cuando ya te han partido en mil pedazos,
solo te queda aferrarte a la ilusión de encontrar a alguien que te reconstruya,
que te ponga un poco de cielo en la tierra,
que te devuelva las ganas de reír, de sentir.
Entonces apareciste tú.
Tus ojos fueron los primeros
en los que vi reflejados un abismo idéntico al mío,
tus cicatrices encajaban a la perfección con las mías,
como si la simetría hubiera sido hecha para nosotros.
Desde ti, la poesía solo es poesía,
si entre los versos aparece escrito tu nombre.
Me dejé caer sobre tus manos,
pero por una vez no existía el miedo de caerme al vacío,
desde entonces la palabra “vértigo” se ha desprendido de mí,
porque el vértigo termina donde empiezas tú.
Me has hecho descifrar más de diez mil enigmas,
que durante tanto tiempo lucharon por mis adentros,
intentando buscar una solución, que creía ni existir,
pero sí, existes.
De ti he aprendido cientos de cosas,
has sido tú el que me ha enseñado
que perderse no siempre es malo,
a mí no me ha importado perderme entre tus sábanas,
o en tus clavículas, o perderme entre tus lunares,
no sé cómo has logrado convencerme,
de que perderse también puede ser bonito,
aunque si mis ojos han contemplado algo bonito,
ha sido verte sonreír, después de ver a tus hoyuelos asomarse,
he sentido la seguridad de saber que nunca volvería a ver algo ni parecido,
que ni se le acercase, te has convertido en la octava maravilla de mi mundo.

A veces me pregunto si habrá algo después de ti,
pero qué tonta, solo de pensarlo me entra vértigo.

Si lo que dicen es cierto, y la vida consiste en arriesgarse,
lo arriesgo todo por diecinueve segundos a centímetros de ti.

Ana Valebona




Modalidade II
Primeiro premio
“Tímidos buenos días”
En el metro destino mi escuela
como siempre en el segundo vagón
el ambiente está muy tranquilo
no se escucha ni una respiración.

Ya eran las 8:03,
al otro lado tu figura se encontraba
y , aunque todo era igual que siempre,
otro pájaro cantaba.

Mi corazón latía sin sentido,
sentí una pequeña taquicardia,
por algo parecías estar dolido,
lo noté en la expresión de tu cara.

Intercambiamos las miradas,
por un momento me sonrojé,
pero una tímida sonrisa
sin intención te mostré.

Aunque yo intenté saludarte,
nada me convence,
este viernes debo esforzarme
pues pasaré dos días sin verte.

A la salida de la escuela
ya la lluvia empieza a caer
tú que no llevas sombrilla
te intentas proteger.

Yo te ofrezco la mía
y con una tímida pero bonita sonrisa,
dices que falta no hacía.
Ahora un motivo ya tenía
para poder decirte “buenos días”.
Sonia Rodríguez

Segundo premio
“Eclipse de amor”
El único deseo de la luna
era volver a ver el sol,
porque, cuando se conocieron,
ataron su lacito de amor.
El corazón del sol era grande y caliente.
Sin embargo, el de la luna,
frío pero latiente.
Dos corazones,
de distinto latido,
dos sentimientos,
un mismo sonido.

Mi corazón latía cada segundo,
y el tuyo era el del alma el más profundo.
Porque tú eres la luna
y yo soy el sol
y juntos formamos
el eclipse de amor.
Sara García

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